domingo, 23 de marzo de 2008

LA PATRIA DE IBARRECHE: ESPAÑA

Gracias, Ibarreche. Muchas gracias. Es gratificante saber que no estarás con nosotros, con los tuyos, de manera subordinada. Porque nosotros somos los tuyos, no sé si me entiendes; seguro que sí. Verás, lo tuyo es mío, sobre todo mío, y lo mío es de todos. O sea, democráticamente de todos. Qué bueno que no quieras estar subordinado. Yo tampoco te quiero así. Te quiero feliz, emprendedor, y si puede ser, también solidario. Te quiero como uno más de nosotros. ¿A que es cojonudo saber que todos sin excepción estamos aquí, en casa, confortables y animosos? El murciano igualito que el vasco. El murciano de Murcia igual que el vasco de Bilbao. Y es que tus palabras son lo que son porque tu boca es pequeña y tus palabras no abarcan mucho espacio.Dices lo que dices para que se te entienda. Y yo te digo que tu tierra es mi tierra, tu casa mi casa, tu justicia la mía, mi bandera la tuya, y mis fronteras, ni que decir tiene, también son las que marcan el territorio de nuestra España. De la tuya, de la mía. Subordinadamente están los vascos que quieren ser vascos y españoles. ¿Me entiendes? Esos a los que los mal nacidos de ETA matan porque no son nacionalistas. Esos a los que ETA que no es mía mata porque son españoles, igual que tú, igual que yo, igual que ellos, los asesinos. En el día de la ficticia patria vasca tus palabras recorren los muchos paisajes de nuestra patria común. Palabras libres que son escuchadas con libertad. Qué bueno. Hablas y te escuchamos, con tranquilidad, con normalidad, sobre todo con normalidad. Nada cambia. Nada cambiará. Nada va a cambiar porque el murciano no quiere que nada cambie.¿Entiendes lo que quiere el murciano? Esa es la pregunta que deberías formular en la siguiente celebración de la ficticia patria vasca. Háblale al murciano, en Murcia. Piensa en murciano, o sea, piensa como piensan los tuyos, los míos, o sea, los españoles de todas las tierras genuinamente tuyas, mías. Del murciano. De Ibarreche.
LORENZO DE ARA

viernes, 21 de marzo de 2008

EL PERDEDOR NO MERECE BAJAR A LOS INFIERNOS

Mariano Rajoy perdió las elecciones. Ya lo tenemos claro. Y también tenemos claro que dentro del PP ha comenzado una de esas suculentas y divertidas guerras entre familias para saber quién ocupará el poder cuando al pobre gallego lo echen a patadas. Ya lo están echando. Los poderosos de la comunicación se han aburrido del hombre con barba y ponen en la carrera a otros corredores que, según ellos, son más veloces, más guapos y garantizan, por lo menos, un discurso más audible. Rajoy está solo. Por primera vez lo está. Se ha equivocado muchas veces. Ignoro las muchas veces que torpemente tropezó en la misma piedra.
Pero más de diez millones de españoles votaron por él para acabar con la insidiosa etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El ganador. Mariano está solo porque, otro error, no ha sabido acallar las voces de los falsamente todopoderosos. Ellos le han dejado tirado y ahora pasa frío. La derecha española está de nuevo tirada en la calle, a la espera de que la izquierda cometa un error. Siempre igual. La derecha detrás de la izquierda recogiendo los frutos a costa de un desliz de la progresía. Rajoy mereció el apoyo y la confianza de millones de españoles. También recibió a regañadientes el apoyo mediático de algunos pocos. La derecha en España tiene algo que la hace diferente a la del resto de Europa: es genuinamente carnívora. Recalco lo de genuinamente. Los gurús que apadrinaron a Rajoy hasta el domingo 9 de marzo se sienten legitimados para decirle que ya se le pasó el arroz; que ha llegado la hora de una sustitución. O sea; toca entierro. Pues yo, afiliado del PP, que no lo soy, no admitiría que los corta pelotas de la guerrilla mediática decidieran qué hacer con el gallego y a quién poner al frente del PP.Ojalá ese partido tuviera las agallas suficientes para democratizar sus estructuras. Sería un gran acierto. Tener el dedo del líder reservado para señalar hacia el futuro, y poca cosa más. Pero democratizar un partido no significa abrirlo en canal para que los medios poderosos diagnostiquen qué está pasando y certifiquen qué clase de intervención hay que practicar. No, eso no es democratizar, eso es un suicidio. La democracia en el PP sería enterrar la decisión unipersonal y apelar a la mayoría de los afiliados. Creo que más de setecientos mil en toda España. ¿Qué pintan? Nada.Rajoy perdió las elecciones y si se celebrasen mañana, las volvería a perder. Pero Rajoy merece más respeto que todas esas alimañas de la derecha que pretenden ser la conciencia del pueblo. Ni uno solo de los que ahora piden la cabeza del gallego están por encima de él. Rajoy aceptó ser una marioneta en manos de dos o tres brujos. Se equivocó. Pero en lo que no erró fue en defender España. Ha hecho más por esa defensa que quienes en el presente tienen hambre y quieren comer. Insaciables.

LORENZO DE ARA

jueves, 20 de marzo de 2008

EN CAMPAÑA ZP NEGÓ LA REALIDAD

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un crecimiento del 0,1% para el primer trimestre de año en Estados Unidos y un crecimiento nulo para el segundo trimestre. Esa es la información que ya parece consolidarse en todo el mundo. La crisis económica se instala en Estados Unidos. ¿Qué va a pasar? Pues pasará que junto a ellos, nosotros, los hermanos pobres de Europa, sufriremos también. Algunos, sin embargo, sufrirán menos que otros. Por ejemplo, nosotros nos acojonaremos más que los alemanes, franceses y británicos; ¿por qué?, sobre todo porque nuestro gobierno, el que está en funciones, nunca se tomó en serio lo de que una grave crisis se dejaba entrever por el horizonte. No reaccionó y, como viene haciendo desde que apostó por el zulo intelectual, se alejó de las otras grandes economías cuando era preciso poner en marcha las medidas correctoras.
Es más, ese gobierno, el que lidera Zapatero, el gobierno que obtiene en las elecciones el respaldo mayoritario de la población española, negó, ya metido en campaña, que existiera tal crisis, negando datos y más datos, y llamando enemigos de España a quienes se atrevían, con humildad, a poner encima de la mesa las cifras que demostraban hacia dónde nos movíamos. Zapatero en campaña nos dejó ver lo peligroso que puede llegar a ser un político imbuido de poder y temeroso de perderlo. España comprobó una vez más que la democracia no puede estar todo el santo día viviendo de palabras y de vanas promesas. La democracia necesita acción y trabajo. Y eso es lo que no ha querido meterse en el cuerpo y mucho menos en la cabeza el presidente en funciones. Por eso la crisis que ya sobrevuela las economías de toda Europa, encontrará un buen lugar para horadar los cimientos del futuro en la España enamorada de ZP. La realidad se impone, y es ahora, cuando al sesudo inquilino monclovita, -con su ministro de Economía más desaparecido que nunca-, al que le toca hacer una tarea dolorosa y siempre trágica: reconocer que mintió, una vez más; que mintió reiteradamente, y que ya poco o nada puede hacer. Lo peor queda por llegar, aunque, pensándolo mejor, lo peor comenzó a cobrar forma el domingo 9 de marzo.

LORENZO DE ARA

lunes, 10 de marzo de 2008

OÉ, OÉ, OÉ

El Partido Popular sale derrotado de las elecciones del domingo 9 de marzo. Ganó la mentira, el atropello, la añagaza. Pero la victoria del PSOE es limpia, sin medias tintas. Los votos han vuelto a otorgar a Zapatero el poder necesario para seguir con el resquebrajamiento de unos valores que desde 1978 han hecho posible el milagro español. No hay vuelta atrás. El PP perdió y el PSOE ganó. Se podrán hacer todos los análisis que se quieran. Aumento de votos, mejor porcentaje, aumento en el número de escaños. Da igual. Ese maquillaje, propio de cobardes, sólo hace elevar el grado de satisfacción de los progres que se han salido con la suya. Mariano Rajoy no tiene que marcharse. Los prohombres de la derecha tampoco tienen que echarlo. Ha cumplido con su trabajo. Lo ha hecho bien. Incluso en la derrota puedo valorar el esfuerzo y la dedicación de ese gallego con aspecto taciturno y lento.Sin embargo,que el socialismo obtenga más de un millón de votos con respecto al Partido Popular en Cataluña, debe hacer recapacitar y, al mismo tiempo, hacer trabajar en Génova para que esa parte de España se acomode en la idea de progreso y unidad que ofrece la derecha nacional.
¿Pero qué va a ocurrir a partir de ahora? El socialismo que representa Zapatero es el más radicalizado de toda Europa. Tiene un programa que cumplir, y lo viene ejecutando desde que llamó a los soldados de Irak. Aquella llamada irracional e insolidaria fue el comienzo de una serie de decisiones que han agalbanado el alma de nuestra democracia.Pactará con quien sea para seguir adelante. Pactará para hacer daño con una sonrisa empalagosa y desnutrida. Saciará su apetitito con los sueños de casi diez millones de españoles que no han caído en su trampa.Entre las buenas noticias que nos dejó el domingo 9 de marzo se encuentra el derrumbamiento del comunismo, que nunca más volverá a tener protagonismo en España. El paso atrás de los nacionalismos radicales es otro dato revelador del hartazgo de los ciudadanos ante los caprichos y desvaríos de esas formaciones políticas. Ni siquiera el PNV ha podido mantener la fidelidad de sus votantes.Pero el mal sigue instalado en la Moncloa. El mal político. La gran mentira ha calado, y gracias al voto libre se mantiene cómoda en el poder.
Nada que objetar. La democracia es imperfecta. Lo que le queda por delante a Rajoy y a la derecha social, cultural y económica que él representa en España es un episodio más de la trágica historia de un pueblo que no reacciona ante la mentira. Un pueblo impasible, con la nevera llena.

LORENZO DE ARA

sábado, 8 de marzo de 2008

VOTA POR LA LIBERTAD, VOTA SIN MIEDO

Vota, pueblo. Acude libre a depositar un voto sin miedo. La libertad se echa perder cuando se vota con temor, cuando se vota bajo la sumisión y la entrega del alma. Quien escribe votará para que un país, hoy abocado al fracaso colectivo por culpa de un hombre, pueda despertar de la pesadilla y consiga aferrarse a un futuro esperanzador.El Partido Popular, lleno de errores y también de temores, ha mantenido una posición digna a lo largo de estos cuatro años. No se ha rendido ante ETA. Le ha hecho cara a José Luis Rodríguez Zapatero, mientras las otras fuerzas democráticas se han arrodillado ante el poder de ZP. Los etarras no han podido con la voluntad de millones de españoles que jamás han pensado en ceder lo más mínimo ante los mafiosos y asesinos insaciables que aniquilan en nombre de una mentirosa patria vasca.
El Partido Popular apuesta por algunos valores en lo que yo creo. Patria, justicia, libertad, igualdad entre todos los españoles, decencia política ante la amenaza terrorista y firmeza y orden cuando es menester actuar contra la inmigración ilegal y las mafias que proliferan.Votar es hermoso cuando la mano no está robotizada. Si la cabeza vota y el corazón también, ni que decir tiene que la democracia goza de una excelente salud. Pero la democracia española está enferma desde hace tiempo, demasiado tiempo. Hiede a miedo. Es una democracia timorata que se arrincona en un cuarto oscuro para no ver la realidad.Y de eso tiene culpa José Luis Rodríguez Zapatero. El inquilino de la Moncloa ha hecho posible que la democracia más vigorosa de Europa desde finales de la década de los setenta del pasado siglo, se encuentre hoy sin pulso, acomodada en su propia superficialidad. De cualquier manera hay que ir a votar. El voto libre, que todavía existe en España, tiene que ser metido en una urna también libre. Votar en conciencia y sabiendo que nos la jugamos de verdad. Votar para no hacerle el favor a ETA, que ya votó. Votar para que el PSOE se aparte de del poder y España pueda respirar. Pero si se vota con miedo, si se vota con la mano robotizado de un pueblo temeroso, entonces sólo queda por hacer una cosa: reconocer nuestro fracaso como pueblo.
LORENZO DE ARA

domingo, 2 de marzo de 2008

DEBATE, ELECCIONES, ¿ESPAÑA?

Hoy lunes se la juega ZP. Esa es la afirmación que corre desbocada por muchas calles de las ciudades españolas. Yo creo que no. Creo, sinceramente, que el debate de hoy no resolverá nada. Vamos a tener delante el careto perfectamente maquillado de un candidato socialista que se desenvuelve muy bien en la superficialidad, y a un candidato de la derecha dispuesto otra vez a llamar mentiroso al actual inquilino de la Moncloa. En el primer debate el gallego acusó de mentir a ZP en varias oportunidades. Hizo muy bien, porque al mentiroso hay que llamarlo mentiroso y, a quienes mienten con él, mentirosos también. El PSOE en campaña es una máquina perfecta que miente, tergiversa y manipula. Las encuestas hablan de empate técnico. Bueno, casi todas las encuestas. En El País, en la SER, en La Cuatro, en La Sexta y en periódicos regionales con escaso o nulo interés informativo, ese empate se rompe a favor del socialismo más radicalizado de Europa. Los pocos medios que de verdad defienden a la derecha son incapaces de llegar tan lejos en la maniobrabilidad de la zafia mentira. Por un lado hay decencia, y por otro, un claro complejo ante la izquierda. ¿Quién es Zapatero? El actual presidente es el hombre que rompió las reglas del juego. Es el hombre que nos aisló en el exterior. Es el hombre que prefirió dejar de hablar con la Casa Blanca, para ponerse a dialogar con dictadores de medio mundo. Es el hombre que intentó que millones de españoles dejaran de creer en España como la casa común e indivisible, apostando por una patria sin bandera, sin cuerpo y sin alma, en la que se puede discutir la viabilidad de seguir estando en ella. Es el hombre que habló y negoció con ETA, calificando como hombre de paz a Otegui y tratando de tú a tú a los pistoleros y voceros de una banda de asesinos en nombre de la jodida y ficticia patria vasca. Es el hombre que ha dilapidado la mejor herencia económica que ningún otro gobierno había recibido en democracia. Es el hombre que quiere el laicismo, la satanización de la iglesia y el destierro de la familia. Es el hombre que llamó y abrió las puertas a los inmigrantes ilegales y todavía se atreve a calificar de xenófoba la política del PP en esta materia. Es el hombre, en definitiva, que hace gilipolleces con la ceja. La derecha española aún conserva muchos complejos ante una izquierda que apabulla cuando toca comunicar las excelencias del programa. Poco a poco se va desprendiendo de esas absurdas ataduras, pero en los tiempos que corren, lo deseable sería que esa derecha que hoy lidera Mariano Rajoy dejase de una vez por todas de pedir perdón por existir.
El 9 de marzo serán millones los españoles que se acercarán a las urnas para depositar el voto. Si gana el PSOE aceptaré la derrota de la derecha y felicitaré a todas esas personas que, legítimamente, apostaron por una ideología en la que no creo. Desearé lo mejor al nuevo gobierno y aguardaré con impaciencia las primeras decisiones que tome ZP. Si no hay mayorías absolutas, está muy claro que el nacionalismo catalán y vasco se frotará las manos. Y otra vez a volver a empezar. Mientras tanto, tengo miedo de que el socialismo no acepte la derrota. El 11, 12 y 13 de marzo de 2004 pasaron demasiadas cosas en este país que todavía hoy producen escalofríos. Aquel socialismo transformó España. A peor. Pero la transformó.

LORENZO DE ARA