VERDAD, MENTIRA, NOS PONEN A PRUEBA

Verdad con prudencia es lo mismo que mentira con gracia.
Zapatero tiene tan poca gracia como Rambo en el Estadio Santiago Bernabéu.
Y, sin embargo, continúa en su empeño de seguir tomándonos el pelo. A mí me lo parece.
Creo que me está tomando el pelo y que lo está pasando muy bien observando cómo pasa el tiempo y él sigue ocupando el poder e, incluso, con posibilidades reales, digo bien, reales, de mantenerse en él.
Los 400 euros no es un intento democrático de comprar votos, así lo deja entrever el inquilino monclovita.
A mí esa cantidad, o cualesquiera otra que el presidente hubiese puesto en la mesa, es un intento sucio, rastrero e indecente de querer cambiar el rumbo de los acontecimientos.
La verdad en la boca de Zapatero es cualquier cosa menos prudencia.
Puede ser una verdad grosera y grotesca a la vez, pero no prudente.
Cómo lo iba a ser cuando ETA, sí, la eta de la serpiente asesina en nombre de la jodida patria vasca ha crecido y engordado gracias a la presencia y la impertinencia de un hombre cegado por sus ansias de gloria.
Estamos siendo puestos a prueba. Todos los días. Un día lo hace Zapatero, pero al siguiente es De la Vega, Solbes, Caldera, o ese ministro de Exteriores que viaja a África para ganarse un hueco entre los vídeos más visitados de la red
Todos los días nos ponen a prueba. Y nosotros superamos esas pruebas.
Lo hacemos porque practicamos la democracia limpiamente desde 1978, y nada ni nadie nos va a cambiar; nada ni nadie podrá con nosotros, con nuestra paciencia democrática a la que Zapatero no se acostumbra y a la que, al parecer, quiere ponerle precio.

LORENZO DE ARA