sábado, 23 de febrero de 2008

PERDON, SEÑOR ZAPATERO, PERDON

Zapatero no pedirá perdón. Creo, sinceramente, que eso ya lo sabíamos. Es casi del todo imposible exigir al socialismo que representa Zapatero un perdón ante los múltiples daños que ha causado a España. Y es precisamente España a la que ellos no pueden pedir perdón. Ellos, los socialistas arrimados al poder de ZP no creen en España.
¿Perdón? ZP respondería –no de la manera blasfema que lo ha hecho- argumentando que han realizado lo que querían. O sea, que hicieron en su momento lo que volverán a hacer si se mantienen en el poder. ETA es para el socialismo ibérico un interlocutor válido, incluso necesario. Por el contrario, la derecha –basta ya de poner el latiguillo de democrática- no está en el listado de agrupaciones legales que pueden permitirse el lujo de poder hablar y proponer acuerdos con el inquilino monclovita. El diálogo y la negociación con ETA mandarían a ZP a su casa y al socialismo español al rincón de la oposición si en España imperase la cordura y el buen criterio en el Estado de derecho. Quien se rinde ante una banda de criminales y al mismo tiempo asegura que con ello defiende nuestra integridad y nuestra soberanía merece, como mínimo, el suspenso en las urnas. Zapatero no pedirá perdón a nadie. No lo ha hecho ni siquiera a las víctimas. Menos ahora, cuando toca ir puerta a puerta pidiendo un voto que necesitan para consumar la terrible pacificación de España. Como si España, después del 39, estuviese todavía en guerra. Por eso escarba, abre trincheras, resucita a los muertos y pone la semilla del rencor en todos los rincones fértiles de la patria. Rosa Díez, vasca y española, representa ese espíritu constitucional que tanto detesta el socialismo. Los candidatos van por las calles de las grandes ciudades y de los pueblos de la piel de toro hablando de igualdad, solidaridad, reparto de la riqueza (jajaja) y defensa de lo público. Engatusan y maniobran en la oscuridad de una democracia cavernosa. Ni siquiera consideran un hecho grave el ataque a la embajada de España en Venezuela. Para nuestros socialistas amantes de la paz, eso es producto de una chiquillada. Una simple gamberrada. Recuerdo la kale borroca, con los contenedores y autobuses ardiendo; las barricadas en las calles, las pintadas. Aquello, al parecer, tampoco era grave. Eran, chiquillos con ganas de protagonismo. Así es Zapatero. Un candidato que, en un país de tuertos, se cree el más inteligente y el que mejor ve la realidad de este país. Por eso Solbes ganó. Lo tuerto en la política es lo que se lleva. Usted si quiere hacer carrera hable de equidad, igualdad, reparto equitativo de la riqueza, sistema de lo público, laicidad y reparto de buen vino y preservativos gratis a los jóvenes, ya verá como al alcanza el poder monclovita y podrá, de esa manera, codearse con el bueno de ZP, el hombre que nunca pidió perdón porque éramos nosotros los que teníamos que pedirle perdón a él.

LORENZO DE ARA

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